Desde que el abuelo Pedro se quedó viudo, hacía todas las tareas de la casa: limpiaba, planchaba, cocinaba… hasta que un día, el tío de Óscar se da cuenta de que el abuelo hace cosas… un tanto extrañas: mete un pollo en la lavadora, plancha un lenguado… ¡¡todo eso y más en una semana!!
Y tras el cuento, todos nos hemos metido en la piel del abuelo Pedro y, como hace Oscar en la historia, hemos pegado etiquetas a todas las cosas por si algún abuelo, abuela, tío, tía o quien lo necesite, pueda recordar el nombre de todo lo que hay en nuestra clase.
Gracias Consuelo por enseñarnos la dura realidad de la forma mas bonita.
"EL ALZEHIMER BORRA LA MEMORIA, NO LOS SENTIMIENTOS"
https://issuu.com/cuento_de_luz/docs/9788415241096_issuu
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